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Disputa. El cobro del peaje mantiene enfrentadas a dos facciones, una comunidad y una familia. El fin de semana hubo una balacera que dejó 4 heridos.
Es una montaña peculiar. Su cono está trazado por siete colores. A eso obedece su nombre, Montaña de Siete Colores. Es el segundo atractivo turístico de Cusco después de Machupicchu. Al año la visitan medio millón de turistas entre nacionales y extranjeros.
Para llegar a este apu multicolor o Wininkunka, en el distrito de Pitumarca (Canchis), hay dos caminos. Dos accesos, uno demora 3 horas y el otro 5 desde Cusco. Una de esas dos rutas se transformó en la manzana de la discordia. Hay una disputa entre una comunidad y familia por el cobro de peajes que abonan las agencias de viaje, requisito obligatorio para recorrer el lugar.
Los comuneros de Pampachiri y la familia Condori Rojas se disputan ese beneficio. Según el titular de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur), Guido Quiñonez, esta controversia afecta al turismo. No solo el cobro doble, también la inseguridad. Hay un clima hostil entre los dos bandos. Mientras no se superen estas divergencias, conviene cancelar los paquetes turísticos a la montaña, sugiere Quiñonez.
“Es un tema de nunca acabar, tuve una reunión con los alcaldes de Pitumarca y Cusipata, acordamos emitir un documento a la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM) para que tome acciones y llegar a una solución por tratarse de un tema social antes que turístico”, citó Guido Quiñonez.
El último fin de semana, una balacera se desató en el sector de K’ayrahuire que dejó cuatro personas heridas. Este hecho sería fundamental para que la Dircetur recomiende evitar el ingreso de turistas. “Estamos evaluando, necesitamos el informe final de la Policía. Debemos tener la certeza de dónde fueron los enfrentamientos, pues existen otros accesos”, agregó el funcionario.
Quiñonez reveló que sus intentos por conseguir una salida pacífica entre los bandos fueron en vano, pues asegura que llevó una propuesta para intervenir integralmente los accesos hacia Wininkunka; no obstante, los comuneros respondieron mediante sus abogados con una clara intención de no querer dialogar.
La familia Condori Rojas reclama como propios unos terrenos que conducen a la montaña, incluso cobran una especie de peaje a los turistas.
Con información de La República
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